Todas las imágenes son consanguíneas
   

PAUL VIRILIO

Creo que todas las imágenes son consanguíneas. No hay imágenes autónomas. La imagen mental, la imagen virtual de la consciencia, no se puede separar de la imagen ocular de los ojos, ni se puede tampoco separar de la imagen corregida ópticamente, de la imagen de mis gafas. Tampoco se puede separar de la imagen gráfica dibujada, de la imagen fotográfica. Creo en un bloque de imágenes, es decir, en una nebulosa de la imagen que reúne imagen virtual e imagen actual. Les ruego me perdonen por hacer una lista de estas imágenes: imagen mental, imagen ocular, imagen óptica, imagen gráfica o imagen pictórica, imagen fotográfica, imagen cinematográfica, imagen videográfica, imagen holográfica, y por último, imagen infográfica. Forman una sola y misma imagen. Creo que todo el trabajo de los behavioristas sobre la distinción entre imagen virtual e imagen real está superado hoy en día.

Hoy vemos en tiempo real gracias a nuestra capacidad de interpretar mentalmente las imágenes y a nuestra capacidad para fabricarla intelectual, practica, o técnicamente. El bloque de imágenes es esta enorme nebulosa filosófica que se levanta delante de nosotros. Ningún filosofo ha penetrado verdaderamente en esta nube de imágenes. Cada uno trata un aspecto determinado. Algunos, como Barthes, la fotografía, otros el cine, como Deleuze, otros la infografía; otros el dibujo. Creo que es un error. Es preciso agrupar estas imágenes e intentar ver lo que tienen en común (...).

Entramos en un nuevo régimen de visibilidad. Creo que el vídeo y la infografía son elementos esenciales de esta mutación del régimen de percepción. En primer lugar, porque se han desdoblado tres elementos: la transparencia, la óptica y la luz. Hasta ahora teníamos una transparencia que estaba unida a la transparencia del material la transparencia del aire, de la atmósfera, del vidrio, del cristal, etc., lo que yo llamaría la transparencia directa. Ahora bien, actualmente entramos en un régimen de transparencia directa: la transparencia de las apariencias transmitida instantáneamente gracias al vídeo y gracias a la videoinfografía en la digitalización de la imagen.

Hay, pues, por una parte, la transparencia natural directa que continua existiendo, y, además, una transparencia indirecta que propongo que se llame trans-apariencia. Creo que así como la transparencia ha permitido la organización de la sociedad a traes de la ciudad a través de la apertura al otro, a través de la mirada, a través del Renacimiento, de la perspectiva, etc., la trans-apariencia electrónica prepara un nuevo régimen de relaciones interpersonales, sociales y políticas.

Hay dos ópticas: la óptica pasiva, la del cristal de una lente, del anteojo de Galileo, del telescopio, del microscopio, etc., y la óptica de hoy, activa; es decir, una óptica que ya no es simplemente el resultado de la óptica geométrica, lineal, tradicional, la óptica de Descartes, por ejemplo, o la óptica de Newton, sino una óptica activa, una óptica ondulatoria, que resulta del cálculo de la imagen. Pienso en la imagen digital, en ciertos telescopios, dónde la corrección de la imagen no la realizan ya únicamente lentes cóncavas y convexas tradicionales, sino un sistema informático. Esto es lo que se llama la óptica activa.

Y, por supuesto, detrás de esos dos acontecimientos fundamentales se manifiesta el desdoblamiento de la luz. Antes había dos luces principales: una luz directa y natural, la del sol, las estrellas, la luna, y una luz artificial, la vela, la lámpara de petróleo o la lámpara eléctrica. Pero hoy hemos llegado a una luz indirecta, es decir, la luz, evidentemente, del vídeo y la infografía.

 

(Extracto de una entrevista concedida a TVE.)