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2.5. Videocreación, Videoinstalación y Arte sonoro en el arte contemporáneo.
El vídeo es el medio por defecto del siglo XXI. Está en todas partes, atrapado en los monitores y pantallas de ordenador, proyecciones de cine, en las paredes prístinas de las galerías, a través de los espacios públicos y en las superficies consagradas de los museos nacionales. La importancia de la imagen en movimiento en el arte contemporáneo esconde una historia de cuarenta años en que el vídeo jugó un rol vital en los márgenes de la vanguardia. Comenzó su vida a mediados de 1960, oliendo a pequeños grupos de aficionados en oscuros espacios "alternativos". Luego, en la década de 1990, el video arte se abrió paso a la corriente principal de los museos y el sistema de galerías, ocupando una posición central cuando el siglo XX llegó a su fin. [1] |
El lenguaje audiovisual se ha convertido en un elemento fundamental para comprender el arte y la cultura de nuestros días y, desde el campo de las artes visuales, es uno de los lenguajes más utilizados como respuesta artística de nuestro tiempo. Una época en la que las pantallas nos acompañan de manera cotidiana a través de distintos dispositivos, si la televisión influenció la cultura de los 60 y 70’s, la fuerte presencia de las tecnologías expanden la imagen a través de las pantallas de los móviles, portátiles o tablets transformado la cultura actual, transformación tiene una clara repercusión en nuestra cultura visual. También podemos ver este cambio como un medio para superar la frustración de los artistas ante la exclusividad y distanciamiento del arte contemporáneo respecto al público, un deseo de acercar el arte a la cultura popular y participar más estrechamente en los problemas sociales expresados con el medio característico de la época.
Desde 1990, muchos artistas se han preocupado en hacer un cuidadoso estudio del lenguaje audiovisual y cinematográfico buscando la manera de incorporado al arte visual. El uso de una "nueva narrativa" en el video arte desde década de 1980 fue abriendo el camino a artistas, que como Matthew Barney, cruzaron esa frontera para incorporar la imagen cinemática y lo narrativo con la potencia visual del cine pero sin sus convenciones.
Matthew Barney, Cremaster 4, 1994 |
En el año 2002, la Documenta 11 de Kassel puso de manifiesto la mayoritaria presencia de las prácticas artísticas audiovisuales en el panorama artístico de esos años, hasta el punto que muchos comentaron que esa edición de la Documenta parecía un multicine. Web Documenta 11
Entre los artistas audiovisuales seleccionados habían pioneros del cine experimental como Jonas Mekas, el español Pere Portabella o Dieter Roth (a quien esta documenta homenajeó tras su muerte) y del vídeo arte de los 70 como Joan Jonas, pero sobre todo artistas que irrumpieron a finales de los 90 con piezas multipantalla como Eija-Liisa Ahtila, Isaac Julien o Stan Douglas, entre otros muchos.
Eija-Liisa Ahtila presentó la video instalación multipantalla The House. En esta y otras obras, Eija-Liisa Ahtila (Hämeenlinna, Finlandia, 1959) cuestiona las relaciones afectivas y los estados de percepción y conciencia alterada a través de ficciones narrativas sobre las relaciones humanas, subrayando las fuertes emociones que subyacen en ellas. Muestra la relación entre el "yo" y el "otro" de modo que el espectador se siente invitado a participar, o identificarse, en los procesos mentales de sus personajes cuando están atrapados en un momento de vulnerabilidad psicológica y emocional. A veces esas fronteras de subjetividad se re-definen al modificar la sincronicidad entre la información visual y auditiva; las palabras y los pensamientos del "otro" se ponen en boca del "yo" con el fin de retratar "el modo en que el poder actúa en las relaciones humanas".
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“El tiempo físico y el espacio ocupado por el espectador se funden con el tiempo y el espacio ficticio de la instalación. Como resultado, surge un lugar cinemático donde el yo y el otro, el interior y el exterior pueden interactuar”.[2]
The House - Eija-Liisa Ahtila (1) por felipeataide
Otra video instalación multipantalla presentada en esa edición de la Documenta fue Paradise Omeros, de Isaac Julien (Londres, 1960). Con imágenes de extremada belleza y potencia visual, alude a conflictos sociales sobre la inmigración caribeña en Inglaterra, concretamente de oriundos de la isla caribeña de Santa Lucía, reflejando también el flujo de los viajes trasatlánticos del comercio de esclavos. Pero La historia tiene lugar en un contexto que engloba relaciones más complejas sobre los problemas de raza, clase, cultura, género sexual y memoria. Entre el amor y el odio sitúa una contradictoria idea de paraíso/infierno.
La pieza toma como referencia el poema épico Omeros de Derek Walcott, quien aparece en la filmación recitándolo, de modo que las andanzas del héroe se interpretan como el duro lamento de un inmigrante del Caribe en Londres.
También habían obras que combinaban el vídeo con dispositivos informáticos de transmisión de imagen en tiempo real como la video instalación Suspiria de Stan Douglas (Vancouver, 1960)
El título alude a la película clásica de terror de Dario Argento, Suspiria (1977). El vídeo de la instalación utilizaba, como fondo, imágenes enviadas en directo por una cámara de vídeo-vigilancia situada en el sótano del monumento de Hércules en Kassel. Sobre las imágenes en blanco y negro de ese espacio vacío se superponían escenas que representaban fragmentos de los cuentos de los hermanos Grimm y que tenían un colorido grotesco, como de un televisor a color con mala recepción. El audio intercalaba esporádicos fragmentos de voz en off, música y el diálogo de los actores. Estas escenas pregrabadas conformaban una base datos programada para que se reprodujeran al azar, el número de permutaciones posibles aseguraba que, en más de cien días de la Documenta, el orden secuencial de la obra nunca se repitiera.
Suspiria de Stan Douglas (circuito cerrado) | Suspiria de Stan Douglas (instalación) | Suspiria de Stan Douglas (frame vídeo) |
Otro artista destacado de esta generación es Doug Aitken (Redondo Beach, California, 1968). En 2007, Aitken presentó la obra Sleepwalkers en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. El proyecto incluyó actores como Donald Sutherland y Tilda Swinton, así como los músicos Seu Jorge y Cat Power. Cinco secuencias entrelazadas se presentaban a través de ocho proyecciones en las que los actores repeten acciones similares en lugares semejantes aunque todo ello (actores y espacios) son diferentes y establecen relaciones de sincronía y paralelismos. Las imágenes de grandes dimensiones se proyectaban sobre las paredes exteriores del museo, de modo que, además de ser visibles desde la calle, interactuaban con la arquitectura y el espacio público.
Doug Aitken, Sleepwalkers, 2007 |
Doug Aitken, Sleepwalkers (Trailer) |
La fusión de las artes visuales, las nuevas tecnologías y la imagen-movimiento se ha transformado con el tiempo, y las obras además de presentarse como vídeo monocanal o multipantalla se expanden por el espacio físico en videoinstalaciones, desplazan el espacio oscuro del cine a eventos abiertos como las performances Vj (videojockey ) de Greenaway, transformando la repetición de la imagen en sonoridad.
En el campo de VJing, no sólo el vídeo y la música electrónica se fusionan, sino que también se produce un feedback entre artista y público, respondiendo así al deseo de acercar el arte a la cultura popular mencionado al principio, desplazando los ámbitos de actuación a los clubs e incorporando su cultura. El principal referente de la estética Vj de finales de los 90’s es el audiovisual Timber realizado en una colaboración entre los grupos británicos Coldcut y Hextatic.
Otros campos de la música también se fusionan con las artes visuales, dando lugar a lo que hoy se conoce como Arte Sonoro. Algunos ejemplos:
El artista suizo Zimoun [3] reutiliza objetos industriales descontextualizados, los manipula y expande para crear paisajes mecánico-cinéticos sonoros.
Otras obras de vídeo arte que definen este periodo pueden verse en la Bibliografía, sección VíDEO CONTEMPORÁNEO
[1] ELWES, Catherine, Video art: a guided tour, University of the Arts London, 2005, pág. 1. Texto original:
Video is the default medium of the twenty-first century. It is everywhere, trapped on monitors and computer screens and projected, cinema-style, onto pristine gallery walls, across public spaces and onto the hallowed surfaces of national museums. The prominence of the moving image in contemporary art hides a forty-year history in which video played a vital role on the margins of the avant-garde. It began life in the mid 1960s, screening to small groups of aficionados in obscure, 'alternative' spaces. Then, in the 1990s, video art broke through into the mainstream of the museum and gallery system, taking up a central position as the twentieth century came to a close.
[2] LAINE, Tarja, “Eija-Liisa Ahtila’s Affective Images in The House” en Mediascape, Primavera 2006 [texto on-line] http://www.tft.ucla.edu/mediascape/Spring06_Eija-LiisaAhtila.html [consulta 12/01/2012]
[3] Proyecto: “216 prepared dc-motors, filler wire”(2009) de Zimoun,[ Consulta 11/11/2011] URL: http://zimoun.ch/