- 1.1. Componentes y funciones de la imagen en movimiento
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La imagen-movimiento tiene dos caras, una respecto de objetos cuya posición relativa ella hace variar, y la otra con respecto a un todo del cual expresa un cambio absoluto. Las posiciones están en el espacio, pero el todo que cambia está en el tiempo.
[Imagen-tiempo, Gilles Deleuze]
Cómo veremos, la imagen fotográfica fue entrelazándose con las tecnologías de la imagen hasta la aparición de secuencias fotográficas equidistantes en el espacio y el tiempo (Marey y Mulbridge). Desde entonces, esas tecnologías han ido evolucionando y multiplicándose, ampliando su presencia y acción en nuestras formas de vida, hasta tal punto que hoy son parte del entorno cotidiano. En esta expansión, han surgido nuevos lenguajes, técnicas y soportes para la imagen-movimiento, al tiempo que se han ido hibridando entre ellos: cine, televisión o vídeo, publicidad, video-clips, vídeo digital o animación, en soportes físicos o en internet son, tal como menciona Paul Virilio, "imágenes consanguíneas"[2]. En el campo digital, esta hibridación nos lleva a una imagen-movimiento cuya base o naturaleza es el bit y entremezcla --con distintas proporciones-- información, narración o documentación mediante imágenes, sonidos y textos desplegados en el tiempo.
Aunque el límite entre los lenguajes audiovisuales sea hoy más borroso o zigzagueante, seguimos distinguiendo categorías. Es posible que el motivo de la asignación de estas categorías esté más en el interés de nuestra mirada que en las cualidades de las obras; así, según el enfoque de quien haya asignado esos "tags" un mismo trabajo puede estar clasificado como animación, cine o documental (por ejemplo La Jette de Chris Marker)
Este escenario movedizo no implica una ambigüedad en los procesos técnicos, al contrario, es necesario conocer la naturaleza técnica de la imagen-movimiento y sus requerimientos para que el planteamiento del trabajo se refleje por encima del ruido de la técnica, lo veremos en el tema 3.1.2. Video: Naturaleza de la imagen videográfica. Lenguajes
De entre los muchos ámbitos de los que surge o a los que se dirige la imagen-movimiento, nos remitiremos a aquellos que mantienen relación con las prácticas artísticas, introduciendo en la imagen plástica esos dispositivos de temporalidad y relacionándolos a su vez con los conceptos o planteamientos propios del arte y su sistema de recepción en el espacio real o virtual.
En el contexto de Bellas Artes, es importante comprender la incidencia de la temporalidad y el sonido en la imagen. Nos encontraremos con un tiempo propio del medio, de la máquina o los dispositivos que arrastran, parpadean u obturan la presencia intermitente de la imagen. Entre estos mecanismos normalmente se establece un acuerdo pautado entre la temporalidad de la filmación y la de la proyección, ambos van a la misma velocidad.
Hay otro tiempo circulando en la imagen, el tiempo diegético, que está relacionado con el montaje y las estructuras narrativas [Tema 3. Introducción a la Imagen-Movimiento. Estructuras narrativas]. Más allá de las limitaciones de unidad espacio temporal de la toma grabada (plano) y del lenguaje institucionalizado, el uso de la imagen-movimiento en la práctica artística se apropia de toda su libertad, saltándose las cadenas que establecen un pasado, presente y futuro, en busca de otras formas de contar(nos) las cosas, de mostrarlas y organizarlas bajo estructuras móviles.
- [...] esta aparición de la imagen-tiempo es algo absolutamente inédito, y que supone una gran novedad para la historia de la representación, es decir, a la postre, para la historia misma del hombre. Hasta la llegada del cine, y de esa clave mencionada por Broodthaers que es "la persistencia retiniana del veinticuatroavo de segundo", hasta ese momento el hombre no había podido ni siquiera concebir el tiempo de la representación. O, digamos con más precisión, no había podido concebir el tiempo de la representación sino como pura estaticidad. Para la representación, el diferir en el tiempo, el transcurrir de las cosas y su continuo cambiar, el durar, era justamente lo irrepresentable.[3]
Pensemos en la función de los diagramas o modelos para entender la diferencia entre estas tres fases de la imagen. Para la primera, imagen-fija, retomamos el famoso esquema de Leonardo da Vinci, conocido como El hombre de Vitruvio. En este dibujo destaca su valor simbólico, la autonomía de una imagen que se presenta como algo completo, centrado, recogiendo las características propias del Renacimiento. El tiempo de recepción tiene un carácter de contemplación y análisis, buscando las relaciones que el gráfico plantea para interpretar a partir de ellas, el valor simbólico de la solidez, conveniencia y belleza de las proporciones.
- El tiempo de las imágenes singularísimas, producidas como objetos únicos en su especie, queda pronto atrás. La aplicación de las tecnologías combinadas de captura mecánica e impresión fotoquímica permiten que, muy pronto, el proceso de la industrialización -de producción seriada de objetos idénticos entre sí- alcance el dominio de las imágenes, hasta ese momento sujeto a una economía de producto único. A partir de entonces, el régimen de producción de imágenes deberá asumir las condiciones de su reproductibilidad, que hará posible la multiplicación del número de ellas existentes sin más límite que el que las reglamentaciones legales o mercantiles quiera imponerles. [5]
Para el segundo tipo, relativo a la imagen-movimiento, tomamos como ejemplo una visualización de gráficos sobre el presupuesto asignado a Arte y Cultura por el gobierno de British Columbia (Canadá) de 2008 a 2010. [6]. A través del movimiento de los gráficos podemos ver que en el presupuesto hay 114 items con gastos superiores a 1 millón de dólares. La financiación de Arte y Cultura se movió del puesto 57 con 19,5 millones en 2008/2009 al puesto número 100 en 2009/2010 con menos de 3,7 millones de financiación. Estos datos quedan claramente reflejados en las palabras de las frases anteriores. Entonces, ¿qué nos aporta el gráfico en vídeo?, ¿cuál es el valor simbólico de sus formas en movimiento?
Para la tercera fase, e-imagen, veamos el ejemplo de una visualización de datos interactiva de Santiago Ortiz, su interactividad pone en manos del usuario el movimiento del sistema representado, la visualización de las relaciones que cada uno de los nodos mantiene con el resto y la posibilidad de incorporar nuevas relaciones entre nodos, porque la información que el gráfico muestra no es cerrada, cada usuario puede ir incrementando nuevos términos a las relaciones entre los nodos que plantea el gráfico.[para esta última opción hay que estar en la página original: http://www.moebio.com/esfera/complexity/esfera.htm]. Pero, ¿cuál es el tiempo de esta imagen?
En estos ejemplos destaca su diferente relación con el tiempo, en el primero hay un tiempo histórico remarcado por el valor de la imagen y el conocimiento de su fecha de realización, y otro tiempo de contemplación por parte del espectador, cuyo retrogusto puede dilatar la experiencia más allá de la percepción de la imagen.
En el segundo ejemplo, en principio, el tiempo se aproxima al valor de su duración (1'8'') y la contemplación del espectador debe adaptarse a ella, observando la información a la velocidad en que avanzan los frames del vídeo, pero por otra parte, su sistema de reproducción nos permite pausar la imagen, o movernos por su línea temporal para detenernos en un punto u otro, así el reproductor digital le otorga al vídeo una cualidad interactiva; esta cualidad implica que la distancia de percepción se reduzca y empiece a actuar el sentido del tacto (aunque sea de un modo limitado) al interactuar con los controles del player, como si tocáramos la imagen cada vez que activamos su pausa o reproducción.
En el tercer ejemplo, el tiempo vuelve a centrarse en la contemplación del espectador, hay movimiento en la imagen, pero este depende sólo de las acciones que realize el espectador al interactuar con la pieza, como si nos pidiera que la toquemos para mostrar su dinamismo, pues responde sólo al movimiento de nuestro gesto manual. Imagen y espectador vinculados por un mismo sentido del movimiento.
Pero hay otro aspecto que los tres gráficos tienen en común: ninguno de los tres tiene sonido.
Como hemos mencionado al principio, es importante comprender la incidencia de la temporalidad y el sonido en la imagen. La temporalidad puede otorgarle a la imagen la cualidad del ritmo, al pautar secuencialmente el flujo de cambios, pero es el sonido el que más incidirá, junto con el tiempo, en ese aspecto. Así, el desarrollo de la imagen-movimiento quedará sujeto a principios de composición o estructura que articulan imagen y sonido en el tiempo.
[1] DELEUZE, G., La imagen-movimiento. Estudios sobre cine 1. Ed. Piados, Barcelona, 1994, pág. 15 y 18.
[2] VIRILIO, P., "Todas las imágenes son consanguíneas" [texto on-line] http://mpison.webs.upv.es/2222/textos/virilio.htm [consulta 05/06/2011]
[3]BREA, José Luis, "Transformaciones contemporáneas de la imagen-movimiento: postfotografía, postcinema, postmedia". [texto on-line] http://www.accpar.org/numero5/imagen.htm [consulta 05/06/2011]
[4]BREA, José Luis, Las tres eras de la imagen,Madrid, Akal, 2010.
[5]Ibidem, pág. 48.
[6]THORP, Jer, http://blog.blprnt.com/blog/blprnt/bc-budget-visualizations